29 noviembre 2013

El Unplugged de Clapton, reeditado a dos décadas


Por Humberto Acciarressi

En el año de su medio siglo en el mundo de la música, Eric Clapton sigue artísticamente intacto y hasta en sus reediciones se puede sostener -parafraseando el dicho que se le aplica a Gardel- que el británico cada día toca mejor. Efectivamente, en estos días se cumplieron los cincuenta años de su inicio en The Yardbirds (fines de 1963), al que siguió su participación en John Mayall and the BluesBreakers (en 1965), y la histórica e influyente etapa del power trío de rock londinense, Cream, en 1966. Hay que destacar, además, el supergrupo Blin Faith en el 69 y, alejado del mainstream, su viola brillando en Delaney y Bonnie and Friends, en donde también participaba George Harrison, y con quienes giró junto a la The Plastic Ono Band, de John Lennon y Yoko. En menos de siete años, ya se había convertido en uno de los mejores guitarristas del planeta.

Con esos antecedentes, en 1970 se largó solo con el álbum que lleva su nombre. Desde entonces hasta la actualidad (con un ligero paréntesis con Derek and The Dominos), Clapton grabó veinte discos de estudio, doce recopilatorios, 22 bandas sonoras de películas, 29 placas con otros músicos (desde Sting hasta Ringo Starr, desde Roger Waters a Frank Zappa, pasando por muchos más) y siete álbumes en directo. Entre estos, tal vez el más brillante en varios sentidos, el icónico y ya veinteañero "Eric Clapton Unplugged". Fue tanto el entusiasmo por este disco que los medios más prestigiosos del mundo sostienen que gracias a él, comenzó el verdadero éxito del ciclo de "desenchufados" de la cadena televisiva MTV. Con esta placa ganó, entre muchísimos premios y fortunas en dinero, tres Grammys y otros tres premios por el tema "Tears in Heaven", dedicado por el músico a su hijito de cuatro años, muerto al caer accidentalmente desde un edificio.

Lamentablemente, en aquellos tiempos, el unplugged de Clapton -que vendió casi veinte millones de copias- salió en un solo disco, con lo cual quedaron afuera una gran cantidad de canciones, algunas de ellas casi rarezas, como "Circus left town", "My fathers eyes" y "Worried life blues". Ahora, dos décadas más tarde, tanto los melómanos como los fans del violero del blues, tienen la suerte de hacerse de la parte que faltaba en esa historia con una edición de lujo que cuenta con dos CDs (uno, el original: el otro, lo que quedó marginado) y un DVD de la histórica sesión en los estudios de la MTV. La majestuosidad de los temas remasterizados que se nota mucho en "Layla" y "Tears in Heaven", más imágenes nunca vista en los ensayos, son un gran aporte para esta reedición del disco que le dio un empuje vital a la música acústica, y que está, sin dudas, entre los cinco mejores que produjeron los años noventa.

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)

Lo de Michael Jordan me da ganas de llorar


Ya lo habíamos anunciado en este mismo magazine 2.0 a comienzos de 2012. Michael Jordan andaba medio flojo de plata. Y decíamos que, precisamente por eso, había resuelto desprenderse de la mansión "Point Legend" en las afueras de Chicago (ciudad en la que ganó con los Bulls seis anillos de la NBA), en el área exclusiva de Highland Park, cerca del Lago Michigan. La casa incluye nueve habitaciones, 15 baños independientes y cinco chimeneas. Además, la vivienda que ha sido puesta a la venta, cuenta con una casa para invitados de tres habitaciones, una piscina, una cancha de tenis al aire libre, una de golf, tres estacionamientos con espacio para varios autos, temperatura controlada, una cancha de básquet, un bosque de 200 árboles, y etc, etc, etc. La subasta se corrió al 16 de diciembre. Pobre Jordan. Me da ganas de llorar este asunto que se tenga que desprender de su casa. En su momento, la quiso vender en 29 millones de dólares. Como no pudo se la entregó a una casa de subastas (Concierge Auctions, por si querés meterte en la página web y caerte de culo) que puso una base de 21 millones de verdes.






Actores de la serie "El túnel del tiempo" (1966-1967)


El festival porteño que gira en torno a Beckett


Por Humberto Acciarressi

Este viernes, el sábado, y el 6 y 7 de diciembre, se llevará a cabo la VIII edición del Festival Beckett, que se realiza año a año para resaltar la obra del irlandés, con elencos nacionales e internacionales que protagonizan obras del autor de "Esperando a Godot" o bien basadas en ellas. Hay que aclarar, antes de seguir, que la píeza mencionada y "Fin de partida" no sólo son revolucionarias y cimentan la estética del absurdo, sino que Samuel Beckett es mucho más que ellas. Lo que no es decir poco. Pero asimismo es el creador de unos extraordinarios relatos breves como "El despoblador", "Verse", "El dinero" y otros; de dos novelas magistrales - "Malone muere" y "El innombrable"-; y de una obra, "Molloy", con la que llega a alturas sólo alcanzadas por Kafka, en un relato circular y agobiante. 

Este singular escritor que no fue a recibir el Nobel y donó el dinero del premio a gente sin recursos, era un obsesivo de la escritura ("lo único que cuenta es ella", dijo en una oportunidad). "No vive en el tiempo, sino paralelamente al tiempo", sostuvo sobre él Emile Cioran, bastante renuente a los elogios. Beckett había expresado que "el pecado capital es nacer" y se ocupó de enmendar ese error el 22 de diciembre de 1989. Desde entonces, las puestas de sus obras se multiplicaron, y las piezas inspiradas en ellas corrieron la misma buena suerte. En Buenos Aires, como señalamos al comienzo, se realiza el Festival Beckett, que en esta oportunidad abre esta noche de jueves con al entrega de los Premios Godot, ocasión en la que Luisina Brando leerá textos del irlandés, aunque no estará abierto al público en general. 

Mañana a las 20, en el Teatro La Mueca (Cabrera 4255) habrá una representación de "Los días felices", que se repetirá el sábado a la misma hora y lugar. Y también el sábado, pero en el Teatro Shakespeare (Av..Juan B.Justo 8500), subirá a escena la obra "Poseído entre lilas". Ya en diciembre, el viernes 6 a las 21 en La Mueca, se representará "Acto sin palabra I", en tanto que el 7 (en ese sitio pero a las 20) se repetirá esa pieza, y a las 22 le tocará el turno a "Atado al cuello". Mientras, en Espacio Urbano (Acevedo 460), estará sobre tablas "Llegó Godot y no había nadie". Como todos los años, el festival es una buena oportunidad para repasar -o bien conocer- la vasta y magnífica obra de este escritor sin cuya presencia, la literatura del siglo XX no hubiera sido la misma. 

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)

27 noviembre 2013

Jessie Tarbox Beals, pionera del fotoperiodismo


Nacida el 23 de diciembre de 1870, Jessie Tarbox Beals fue una fotógrafa estadounidense y la primera reportera gráfica de los Estados Unidos (ya que perteneció al staff de The Buffalo Inquirer y del The Courier, en 1902). Igualmente, lo que más se conoce de ella son sus fotografías independientes de noticias, especialmente de personajes y lugares icónicos de Greenwich Village, y de exposiciones como la Feria Mundial de St. Louis de 1904. Sin embargo sus trabajos fueron muchísimos más y muy buenos. Después de años de tomar imágenes por todos los estados de su país y de codearse con artistas como Sinclair Lewis, Edna St. Vincent Millay y Eugene O’Neill, con la aparición de otras mujeres fotógrafas, Jessie se dedicó a dar charlas y a tomar fotos de las casas residenciales de Hollywood. En los duros tiempos de la Gran Depresión, Beals retornó a Nueva York -en dónde en 1905 había abierto su propio y lujoso estudio en el Sexta Avenida- y comenzó a vivir penosamente en el Greenwich Village. Tuvo un matrimonio que comenzó bien y terminó muy mal, y una hija a quien dejó al cuidado de amigos hasta que ésta cumplió 17 años. Después de su retorno de California, nunca se pudo recuperar de la pobreza y de las enfermedades. Murió en mayo de 1942 en un hospital.

Un recuerdo de las compañeritas de escuela



Los guantes con la sangre de Lincoln


Los guantes manchados con la sangre de Abraham Lincoln, que el 16° presidente de los Estados Unidos llevaba en la noche del 14 de abril de 1865 en el Teatro Ford, en Washington, cuando John Wilkes Booth disparó contra él, mientras miraba la representación de una obra del británico Tom Taylor, dramaturgo y editor de la legendaria revista Punch. Lincoln falleció a las 7.22 del 15 de abril. Los guantes se encuentran en la Abraham Lincoln Presidential Library and Museum en Springfield, Illinois, Estados Unidos.

Ahora llega el rugir de las violas a Recoleta


Por Humberto Acciarressi

Este sábado, a las 21, los amantes de los riffs y de las violas en general, tendrán su fiesta con la quinta edición del Guitar Experience, el festival de guitarras eléctricas más grande de la Argentina (en general, para calmar la ansiedad de los guitarra-adictos, hay encuentros mensuales más íntimos). En esta oportunidad se llevará a cabo en el Auditorio del Pilar (Vicente López 1999), en Recoleta. Entre quienes subirán al escenario se cuenta, nada menos, que Fernando Pareta (que ha compartido escenario con Steve Vai y discos con Steve Lukather, Marcus Miller, Greg Howe, John Scofield, Billy Cobhan, etc), quien se presentará junto a su trío para hacer temas propios y ajenos. 

Este guitarrista y cantante nos habla de "la gran experiencia nacional e internacional, de intercambio cultural, fundamentalmente musical, que permite este encuentro que ya es un clásico entre los festivales de guitarras del país". Pareta también cuenta que lleva la música en la sangre-hijo de una pianista y un violinista-, y además de conocer de chico los clásicos y el tango de Piazzolla, con el correr del tiempo fue influenciado por grandes artistas como Jeff Beck, Stevie Ray Vaughn, Gary Moore, Joe Satrani, Jimi Hendrix, Scott Henderson, por mencionar algunos. El festival -cuya apertura estará a cargo de Yair Datzira- será una buena oportunidad para volver a escuchar su viola en todo su esplendor. 

Otro de quienes le sacará lustre a su guitarra será Maycown Reichembach, quien gusta definir su música como "una mezcla de rock, jazz, funk, latina y académica". Su técnica descomunal, así como sus excelentes melodías, han sido unánimemente destacadas por la crítica especializada, y es considerado como uno de los violeros sudamericanos más destacados de la actualidad. Además de mencionar que su último disco, "Awakening the Spirit", es uno de sus mejores trabajos, no hay que olvidar que Reichembach -que también es pianista, compositor, arreglador y productor- es uno de los creadores del Guitar Experience. No huelga recordar que Maycown ha tocado con personalidades como Many Monteiro (bajista de Jaco Pastorius), Arthur Maia (también bajo de Djavan, Giulberto Gil e Ivan Linsz), y Kiko Loureiro (guitarra de Angra). 

En esta oportunidad, los mencionados serán los pilares del mega show que tiene como objetivo hacer que confluyan y se potencien las guitarras de distintos artistas unidos por la misma pasión. 

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)

25 noviembre 2013

Ricardo Fort: auge y caída de un mediático


Por Humberto Acciarressi

Hace apenas cuatro años no lo conocía nadie y hasta en su propia familia le hacían el vacío. Era la oveja negra por su condición de homosexual (odiado y maltratado por su padre), mientras él soñaba con ser una estrella del mundo del espectáculo. Con su madre compartía una sola pasión: el canto. Al editor de una revista le pareció un personaje curioso, heredero de una empresa de chocolates, y le hicieron una nota. Un programa de chimentos televisivos lo instaló en la farándula con sus ropas de pésimo gusto y carísimas, sus relojes Rolex, sus autos de última gama y sus guardaespaldas. Desde entonces hizo cualquier cosa con tal de mantenerse en los medios.

Su participación en el programa de Marcelo Tinelli fue el clímax de su cortísima carrera. Antes ya se entretenía filmando su vida y sus viajes con amigos a fiestas que organizaba en el momento, sean en el país o en el extranjero. Nada estaba calculado en su vida, salvo una "inmortalidad" pregonada, y, en caso de morir, de acuerdo a lo que le contó a una amiga, un funeral a lo Elvis, con miles de personas bailando en la calle Corrientes. Pero Ricardo Fort no era Presley, como tampoco Joe Gideon, el personaje que protagoniza Roy Scheider en la película "All that Jazz", de Bob Fosse. Para nada: la familia, con un comunicado hasta desafiante, anunció que no habría velorio, y en caso de haberlo sería íntimo.

La plata -un sueldo altísimo de la compañía de chocolates fundada por su abuelo y continuada por su padre, más un 17% de las utilidades de la empresa- la gastó en las cosas más insólitas, desde realitys para conseguir novia (es decir, crear más mediáticos) y aparentar una heterosexualidad que ni él mismo creía, hasta pagarse espectáculos propios que fracasaron uno tras otro. Claro, como suele ocurrir, lo rodearon decenas de vivillos que disfrutaron de su plata y sus regalos, a cambio de desplantes, insultos y malos tratos. Detrás de esa gran mascarada de hipocresías, peleas con todo el mundo (no se salvó casi nadie en el universo del espectáculo) y ostentación insultante, tenía dos hijos adoptados, tal vez los únicos que lo quisieron de verdad.

Ricardo Fort, de acuerdo a sus propias confesiones públicas, fue una víctima de su familia de la que quiso vengarse siendo un triunfador, pero apenas alcanzó a ser millonario. No le bastaron las decenas de cirugías estéticas para ser otro que lo liberara de su pasado. Sus enfermedades óseas lo llevaron de adicciones previas a otras más peligrosas, causadas por los medicamentos para paliar los dolores físicos, que eran cada vez más terribles. Para colmo, estaba dejando de ser un mediático, con lo cual se conforman quienes no pueden ser artistas. Ante sus fans, hasta el último segundo, se creía eterno. Cada vez que ingresaba a un quirófano pagaba cámaras para que lo filmen. Las tuvo en su chequeo casi de rutina el viernes y el lunes a la madrugada estaba muerto. No puede adivinarse el futuro, pero sería raro que alguien se acuerde de este pobre millonario que anduvo penando por la vida en busca de un sueño imposible.

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)

Kennedy disfrazado de Clark Kent, en subasta


Un dibujo artístico que fue utilizado como tapa de un cómic de hace 50 años, con el presidente John Kennedy disfrazado de Clark Kent, alter-ego de Superman, fue subastado a 112.015 dólares. La obra original de Curt Swan para la revista 309 de Action Comics fue vendida en una subasta en el condado de York. Alex Winter, director general de cultura estadounidense de la casa de subastas Hake's, manifestó que la revista salió en febrero de 1964 ( JFK fue asesinado el 22 de noviembre de 1963). Esto hizo que el cómic sea casi legendario y la subasta se programó para que coincidiera con el medio siglo de la muerte de Kennedy. En la portada aparece Superman estrechando la mano de Clark Kent y una leyenda le pregunta al lector: "¿Quién es el enmascarado misterioso?". En la misma tapa, el propio Superman se pregunta a sí mismo: "Todos mis amigos están aquí para felicitarme, pero ¿podría alguien decirme quién es el hombre disfrazado como Clark Kent, mi identidad secreta?".



Nueva York no quiere a Santa Claus borracho


Para conservar el orden y salvaguardar la ilusión de los chicos, Nueva York prohibió venderle alcohol a los cientos de Papá Noel que se juntan en los bares de la ciudad en un encuentro conocido como "SantaCon", y que suele terminar con individuos de gorro rojo y barba blanca, deambulando intoxicados por las calles, orinando, ensuciando, vomitando y causando actos vandálicos. La policía local señaló que quienes participan en estas reuniones -que este año se llevará a cabo el 14 de diciembre- "son tantos que invaden las aceras y los espacios públicos" entre las zonas de Chelsea y Columbus Circle.

Pero Papa Noel no se quedó de brazos cruzados. "Santa siembra la alegría, no el terror, ni vómitos, ni basura. Santa es bueno con los niños, les hace reír, no llorar. Santa respeta la ciudad, no orina en las calles, no se pelea, no bloquea las calles, no se sube a los coches o hace pintadas en la propiedad ajena", reza el "Código de Santa" en el sitio web de "SantaCon". Y recomienda seguir cuatro reglas básicas: "No molestar a los niños, no molestar a los policías, no molestar al personal de los bares y no molestar a la ciudad de Nueva York".

Guantes, 1899


Cupido


Señora, tenga cuidado con quien deja a su hijo





Familia coqueta


Lacuna


Michelle Rodriguez, de lo mejor de las pantallas





Subastaron la mítica foto del Che Guevara

LA FOTO TOMADA POR "KORDA"
Ese Ernesto "Che" Guevara que parece mirar al infinito, con la boina de la estrella comunista, es tal vez la imagen más reproducida en el mundo entero, sea como un símbolo de la revolución, como para publicitar bebidas alcohólicas y jeans. Ahora, la copia original de la fotografía tomada por Alberto Díaz, conocido como "Korda", fue subastada en Viena por 9.600 dólares. La misma estuvo durante años en el estudio del artista hasta la muerte del revolucionario en 1967, cuando Korda se la regaló al editor italiano Giangiacomo Feltrinelli para ilustrar un libro sobre los diarios del Che en Bolivia. La Galería Westlicht vendió ese original titulado "Guerrillero heroico", del año 1960, junto a otra conocida imagen del revolucionario, tomada en 1963 por el suizo René Burri, y vendida por 6.450 dólares.

Korda logró la fama con la instantánea de un Che Guevara de 31 años que inmortalizó el 5 de marzo de 1960, durante el entierro de las cien víctimas de la explosión del buque francés La Coubre, fondeado en La Habana cuando llevaba armas belgas para la revolución cubana. La foto "no fue concebida, sino intuida", manifestó en una oportunidad el fotógrafo, quien después la "trabajó" en el laboratorio para resaltar la mirada, sacando el perfil de un desconocido del lado izquierdo de la toma horizontal y una palmera del costado derecho. La imagen subastada en Viena es la original de la que se extrajo la icónica imagen, cuyo negativo está en poder del gobierno cubano.

Como dato curioso hay que destacar que Korda nunca cobró ni una moneda por las regalías de la foto, aunque alguna vez- riendo- manifestó que si le hubieran pagado un céntimo por cada copia reproducida, hubiera sido millonario. Lo que sí hizo en una oportunidad fue demandar a una agencia publicitaria que utilizó la imagen para una conocida marca de vodka, y los 50.000 dólares que obtuvo los donó a la Sanidad cubana. Korda, señalaron en la casa de remates, sólo hizo veinte o veinticinco copias. "Por eso es una pieza tan extraña y estamos contentos de tenerla en nuestra subasta", indicó uno de los voceros de la misma.

La otra fotografía subastada fue la de René Burri, en la que el suizo inmortalizó otra de las imágenes más célebres del Che durante una entrevista. Allí se ve al argentino fumando un puro, sin mirar al objetivo y con la cejas algo levantadas, también convertida en un símbolo revolucionario "Esa fotografía es tan importante no sólo por ser una de las imágenes más bonitas del Che Guevara, sino también porque es un revelado original, lo que es muy raro. No sabemos cuantos primeros revelados existen", reconocieron en la casa de subastas.

LA FOTO TOMADA POR RENE BURRI

“Early Stones” y el legendario Michael Cooper


Por Humberto Acciarressi

Revolviendo la biblioteca me encuentro una obra de gran interés para los fanáticos de los Rolling Stones o bien para los amantes de la historia del rock internacional. Se trata de "Early Stones. Fotografías legendarias de una banda en ascenso", debidas a la cámara del Michael Cooper, que abarca una etapa clave de la big band: 1963 a 1973. En líneas generales, el libro constituye una mirada singular, íntima, única, sobre momentos cotidianos de los integrantes del grupo -aún en vida de Brian Jones- y su entorno de amigos y músicos. Como suele ocurrir, Cooper estuvo en el lugar y en el instante preciso. Publicado originalmente en Nueva York en 1992, el libro contiene fotos desconocidas de los Stones y textos -como el de Keith Richard, gran amigo del fotógrafo- nunca antes traducidos al castellano.

Cooper fue un notable y extravagante artista, que murió muy joven, a los 32 años, por una sobredósis de heroína (algunos hablaron de suicidio), y dejó una colección de 70 mil negativos imperdibles. Fue también uno de los primeros fotógrafos en acercarse a los Rolling Stones y las imágenes de su libro son apenas una parte de la inmensidad de fotos que les tomó en aquellos años tempranos. Quienes lo conocieron recuerdan que Cooper siempre llevaba consigo la cámara.

Cooper dio cuenta de la generación beat literaria, del rock and roll, el hippismo y la psicodelia, así como de las manifestaciones en Chigaco y Londres contra la guerra de Vietnam. Fotografió a Andy Warhol, a Twiggy, a Marcel Duchamp y René Magritte; a Yoko Ono, a Allen Ginsberg, William Burroughs y Jean Genet, entre otros. Hizo una portada de LP épica, la de "Sus majestades satánicas", de los Stones. Pero fundamentalmente es el autor de la foto de tapa más famosa de la historia: la de "La Banda del Sargento Pepper’s"

(Publicado originariamente en el blog "Miradas Cotidianas")









23 noviembre 2013

I read the news today, oh boy


Comienzo del manuscrito (arriba) y final (abajo) de "Un día en la vida", uno de los clásicos beatles, que integra el repertorio del álbum "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band". Aunque todos los temas eran firmados por Lennon-McCartney asi fueran compuestos por uno solo de ellos, se considera que "Un día en la vida" fue la última canción que compusieron realmente entre ambos. El manuscrito, sin embargo, está escrito con la letra de John.


London Calling


Computer World


Diane Webber, cómoda y con música


Frida Kahlo en 1937


Doris Lessing, una de las voces del siglo XX


Por Humberto Acciarressi

En el 2007, cuando los académicos suecos le concedieron el Premio Nobel de Literatura, Doris Lessing salió a la puerta de su casa en el barrio londinense de Hampstead, se sentó en las escalerillas, y allí atendió a los periodistas vestida casi de entrecasa, con una pollera azul, una camisa del mismo tono y un rostro un tanto deconcertado. Esta brillante escritora, que irónicamente acaba de morir a días de habérsele concedido el Nobel a otra colega, la cuentista Alice Munro, había nacido en Persia, cuando este país ni soñaba en convertirse en Irán. Solitaria, introvertida, en lucha con una madre hiper estricta, se fue de su casa a los 14 años y a los 18 se casó con el primero que se lo pidió, Frank Wisdom, con quien tuvo sus dos primeros hijos (el tercero se lo dio un alemán junto al apellido Lessing y no mucho más)... 

Desde sus manifestaciones en pro de la mujer (siempre se negó a ser calificada como "feminista") plasmadas en "El cuaderno dorado" que la llevó a la fama, pasando por obras destacadas como "La buena terrorista", su "Diario del buen vecino" (que firmó con el seudónimo de Jane Somers), o "El quinto hijo", hasta sus incursiones injustamente muy criticadas en el ámbito de la ciencia ficción o la religión sufista, Lessing cubrió toda una época de la literatura femenina del siglo XX. Sus ideas, casi nunca trasladadas a sus libros, ocuparon gran parte de su vida. Los propios académicos, en la justificación del premio, señalaron su "capacidad para transmitir la épica de la experiencia femenina y narrar la división de la civilización con escepticismo, pasión y fuerza visionaria". El marxismo (se alejó cuando los tanque soviéticos sofocaron la revolución húngara de 1956), el anticolonialismo y su militancia anti apartheid (la echaron de varios países, entre ellos Rodesia), marcaron su vida. Y, aunque no siempre merecidamente, fue tildada de pesimista. 

Actualmente era lo que, con consideración, la sociedad denomina "una mujer mayor". Tenía 94 años al momento de su muerte.Sin embargo no dejaba de escribir y, además, manifestar sus grandes dotes de cronista en publicaciones diarias. Dejó unos 50 libros y centenares de artículos. Sus personajes femeninos, como pocos en la literatura, exploran con sensibilidad inusual, problemas existenciales en ocasiones brutales. Muchas de las cosas que le tocó vivir ásperamente forman parte de su vasta obra. Venturas y desventuras de esa mujer que nació Doris May Tayler, pero que todos recordaremos como Doris Lessing, por virtud de un marido cuya memoria se comió impiadosamente el tiempo. 

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)