29 noviembre 2016

Instrucciones para que una mujer pierda la cabeza


CARTA DE ANA BOLENA A ENRIQUE VIII

"Señor:

Corresponde solamente a la augusta mente de un gran rey, a quien la naturaleza ha dado un corazón lleno de generosidad hacia mi sexo, compensar con favores tan extraordinarios una conversación ingenua y corta con una muchacha. Inagotable como es el tesoro de generosidad de su majestad, le ruego considerar que pueda no ser suficiente para su generosidad; porque, si usted recompensa tan leve conversación por regalos tan grandes, ¿qué podrá usted hacer por los que están listos consagrar su obediencia entera a sus deseos? Cuán grandes pueden ser las obsequios que he recibido, la alegría que siento por ser amada por un rey a quien adoro, y a quien con placer sacrificaría mi corazón. Si la fortuna lo ha hecho digno de ofrecerlo, estaré infinitamente agradecida. El mandato de dama de honor de la reina me induce a pensar que su majestad tiene cierta estima por mí, y puesto que mi ocupación me da medios de verle frecuentemente, podré asegurarle por mis propios labios (lo cual haré en la primera oportunidad) que soy la más atenta y obediente sierva de su majestad, sin ninguna reserva"

Ana Bolena 
(verano de 1526)


Al poco tiempo, el rey inglés Enrique VIII rompió su matrimonio con Catalina de Aragón, declaró bastarda a su hija María Tudor, hizo rancho aparte de la iglesia Católica y se casó con Ana Bolena en 1533. Apenas tres años más tarde, la encerró en la Torre de Londres, donde mandó cortarle la cabeza en el mes de mayo.